Y el Documento final de nuestro XXII Capítulo general (2016) sigue subrayando nuestro ser hermanas, llamadas a vivir la profecía de la compasión y la misericordia:
- hermanas que contemplamos y nos sorprendemos ante la presencia integradora de Dios,
- hermanas que amamos, acogemos y abrazamos la fraternidad desde su realidad humanizante y sanadora
- hermanas menores seducidas por la pequeñez,
- hermanas misericordiosas que respondemos al imperativo de la proximidad,
- hermanas en misión, con una presencia fraterna, menor y misericordiosa que impulsa a la audacia de la compasión,
- hermanas interculturadas, que testimoniamos la profecía de la comunión fraterna